Vinos D.O Manchuela, vinos de influencia
La simbiosis entre tradición, tierra y tecnología
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La Denominación de Origen Manchuela es mucho más que un vino; es el reflejo de una tierra única, forjada a través de siglos de historia, una tradición vitivinícola arraigada y un entorno natural excepcional. Enmarcada entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, la comarca de La Manchuela ofrece una perfecta simbiosis de clima, geografía y variedades autóctonas que dan lugar a vinos inconfundibles.
Nuestra uva emblema, la Bobal, junto a otras variedades tintas y blancas, se cultiva en viñedos situados a altitudes que van desde los 600 hasta los 1100 metros sobre el nivel del mar. Un clima único, con largos días soleados y noches frescas, favorece la maduración perfecta de nuestras uvas, intensificando su sabor, frescura y estructura.
Con un legado que supera los 2.400 años, nuestra tierra ha sido testigo de las civilizaciones íberas, romanas y musulmanas, cuyas huellas perduran en cada rincón de La Manchuela. Esta rica historia se combina con el uso de las últimas tecnologías de cultivo y vinificación, creando un vino de gran calidad que ha conquistado los paladares más exigentes a nivel nacional e internacional.

Variables Estratégicas
En nuestra identidad de marca se reflejan cinco variables estratégicas esenciales: historia, tierra, clima, tradición y tecnología, así como nuestras variedades autóctonas. Estas variables se entrelazan de manera perfecta, dando lugar a un vino singular que destaca por su calidad y carácter. Cada una de ellas influye de forma decisiva en la creación de nuestro “Vino de influencia”, un producto único que conecta la tradición con la innovación.

Tierra de Viñedos
Ubicada entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, nuestra tierra se caracteriza por una geomorfología única, formada por hoces y formaciones sedimentarias que han modelado el paisaje a lo largo del tiempo. Este territorio, bañado por dos ríos, proporciona un ambiente excepcional para el cultivo de nuestras uvas, siendo una de las claves que definen la personalidad y singularidad del vino de la D.O. Manchuela.

Geomorfología perfecta para la producción de vinos D.O Manchuela
Desde el punto de vista de la geomorfología, destacan las numerosas y peculiares formaciones sedimentarias y erosivas en relación con la geología de ambos ríos. Son muy características las singulares hoces que han excavado sobre la plataforma sedimentaria a lo largo del tiempo.
Nuestros viñedos se encuentran entre 600 y 1100 metros de altura sobre el nivel del mar, con suelos arcillosos con base calcárea y escasas precipitaciones.
Todas estas condiciones son perfectas para que nuestra uva emblema, la Bobal, triunfe y ofrezca sus racimos repletos de granos, muy jugosos, con hollejo grueso y repletos de saludables taninos.
Nuestro territorio abarca un total de 70 términos municipales, que pertenecen a las provincias de Albacete y Cuenca, en la idílica comarca natural de La Manchuela, ubica entre la llanura de La Mancha y la Serranía de Cuenca. En la actualidad, nuestra superficie de cultivo se extiende a mas de 72.000 hectáreas, de las que aproximadamente la mitad corresponden a cada una de las provincias de Albacete y Cuenca.
Son 1.500 los viticultores que desarrollan sus labores en esta tierra, aunando su gran saber hacer con tecnología avanzada, lo que otorga un resultado sin igual en forma de vino singular.
Por este motivo, la comarca de La Manchuela es en ocasiones referenciada como “la Mesopotamia manchega”, en alusión a la histórica tierra bañada por los ríos Tigris y Éufrates. Hay que recordar que la palabra Mesopotamia posee un característico significado, que no es otro que “tierra entre dos ríos”. En un lugar como este solo puede haber magia.

Clima idóneo para evolución de la uva de variedades tintas
Unas condiciones climáticas particulares aportan a la uva una evolución extraordinaria.
Largas horas de sol, escasez de humedad y una singular fusión continental y mediterránea favorecen el carácter ecológico del vino gracias a nuestro viento solano, que refresca las noches de verano.
La peculiaridad de las noches estivales es decisiva, ya que los vientos frescos y húmedos que proceden del Mediterráneo generan un influjo único.
El viento solano provoca que el diferencial térmico durante el período de maduración de la uva sea bastante elevado.
Tradición y Tecnología caracterizan la calidad de nuestro vinos D.O Manchuela
Todo el encanto y el saber hacer de la tradición de cientos de años se combina a la perfección con avanzadas técnicas de elaboración y control de calidad de nuestro singular vino.
Los tradicionales métodos de cultivo de las bodegas pertenecientes a la Denominación de Origen Manchuela, con unas moderadas producciones, originan el escenario ideal para garantizar una incisiva personalidad y calidad de nuestro vino.
Son numerosos los certámenes nacionales, pero sobre todo internacionales, los que reconocen de manera constante el excelente fruto en forma de vino elaborado en el territorio de la Denominación de Origen Manchuela.
De igual manera, son muy notables las calificaciones que los más prestigiosos profesionales del mundo vinícola otorga año a año a nuestras bodegas. Esta simbiosis entre tradición y tecnología, unida a nuestra historia, nuestra tierra, nuestro clima y, por supuesto, nuestras variedades autóctonas, cierran el círculo para alcanzar una calidad extrema en un vino que no deja indiferente.
Historia
Siglo V a.C. - Los íberos y el inicio de la viticultura
En La Manchuela, diversas civilizaciones han marcado la personalidad del lugar. La cultura del vino tiene raíces profundas, con más de 2.400 años de historia, iniciada por los íberos, quienes ya cultivaban la vid en este territorio privilegiado del sureste español.
Siglo II a.C. – Época romana: expansión del vino y urbanismo
Con la llegada del Imperio Romano, la comarca vive un gran crecimiento. Se introducen avanzadas formas de producción agrícola. Restos de esta época aún perduran en lugares como las termas de Fuentealbilla (Albacete) o el centro romano de Valeria (Alarcón).
Siglo VIII – Época andalusí: esplendor cultural
La Manchuela alcanza su máximo esplendor cultural con la llegada de los musulmanes. Surgen enclaves como Alcalá del Júcar y Jorquera, que reflejan el legado andalusí en la arquitectura, el urbanismo y las formas de vida, incluso vistas actualmente.
Siglos XIII-XV – Reconquista y asentamiento cristiano
La comarca se transforma en escenario de luchas, conquistas y reconquistas. Esta fusión de culturas va conformando el carácter actual de la zona y su paisaje humano. Se consolidan tradiciones y formas de organización.
Siglos XVI-XX – Tradición vitivinícola arraigada
La cultura del vino se transmite de generación en generación. Desde la cueva doméstica o jaraíz, hasta los primigenios lagares, la viticultura se convierte en una seña de identidad de la comarca.
Actualidad – Innovación y tradición en equilibrio
Hoy, el vino de La Manchuela se elabora con técnicas avanzadas y control de calidad, sin perder la esencia del saber hacer ancestral. El resultado es un vino de influencia, excelso y con personalidad única, fruto de la historia y la tierra.
Descubre el sabor de nuestra tierra
Vinos con alma propia, nacidos en La Manchuela. Diversos, premiados y con una identidad que se saborea en cada copa.